En algún lugar entre la oportunidad y el fraude, entre la confianza y el riesgo, habita hoy una buena parte de la publicidad digital. Un terreno que parecía fértil y lleno de promesas… y que, sin embargo, cada vez más marcas descubren como una especie de tierra de nadie: sin control, sin garantías, sin confianza y sin retorno.
El problema ya no es nuevo. Su escala sí, como lo confirman una serie de estudios publicados recientemente.
Más del 51% del tráfico web ya es generado por bots. Lo dice Imperva en su informe anual (https://www.imperva.com/resources/wp-content/uploads/sites/6/reports/2025-Bad-Bot-Report.pdf). Mientras escribo esto, la mayoría del tráfico que circula por la red no tiene ojos, ni manos, ni intención de compra, ni tarjeta de crédito, ni ROI para las marcas. Solo código. Solo ruido.
Según un análisis de DoubleVerify recogido por Digiday (https://digiday.com/media/were-seeing-an-immense-uplift-in-the-scale-how-generative-ai-is-fueling-the-next-wave-of-ad-tech-fraud/), la inteligencia artificial generativa está impulsando una nueva ola de fraude en la publicidad digital. Se ha detectado un aumento masivo de webs creadas por IA con apariencia legítima, pero sin usuarios reales, solo tráfico falso. El resultado: más gasto publicitario desperdiciado y más riesgo para las marcas que operan en entornos no controlados. Digiday lo llama "una nueva ola de fraude". A mí me suena a la misma vieja historia, pero más difícil de detectar.
Según el “Media Quality Report 2024” de Integral Ad Science (IAS), recientemente publicada por Ipmark, (https://ipmark.com/el-fraude-publicitario-sube-un-19-en-campanas-no-optimizadas/) el fraude publicitario en campañas no optimizadas ha crecido un 19% y la presencia de anuncios junto a contenido inapropiado ha aumentado un 72% respecto al año anterior. Hablamos de violencia, discursos de odio, teorías conspirativas o desinformación. Lugares en los que una marca jamás elegiría estar… pero a los que, en muchos casos, termina llegando sin su conocimiento.
En este contexto, igual que no todo el tráfico vale lo mismo, no todos los clics valen lo mismo. Los hay vacíos, automáticos, generados por bots, fraudulentos. Pero también hay otros clics que remueven. Que alertan. Que despiertan.
Es hora de hacer este tipo de clic.
Un clic para darse cuenta.
Un clic para empezar a cambiar.
Un clic para elegir mejor y priorizar lo verdadero y lo real.
Un clic para valorar a los players que juegan con las reglas de la industria y recelar de los que no.
Es lo que ofrecemos en Atresmedia, y en general los broadcasters o lo que algunos (mal)llaman “los medios tradicionales”. Y no es magia. Es ADN
Entornos seguros y editoriales, donde cada impresión aparece junto a contenido profesional, regulado y contrastado.
La fuerza de nuestras marcas: Antena 3, La Sexta, Atresplayer, Onda Cero… medios que entretienen, emocionan, informan. Y lo hacen con rigor.
Transparencia radical: sin marketplaces oscuros, sin inventarios invisibles, sin porcentajes que nadie puede explicar.
Y, por si fuera poco, colaboración con herramientas antifraude, como Human, que auditan el tráfico y aseguran que detrás de cada impacto hay una persona real.
Quizá, entre tantos clics vacíos, este pueda ser uno verdadero. Uno que saque a las marcas del ruido y las devuelva al contexto adecuado.
Es hora de hacer clic.