Érase un medio que vivía tiempos felices. Era el centro del hogar. Todos se juntaban alrededor de él, en familia, veían los mismos contenidos que comentaban al día siguiente entre sí, con sus vecinos o compañeros de trabajo.

Las marcas también eran felices pues llegaban a sus públicos objetivo, obteniendo altas coberturas en el mejor contexto posible.

Pero llegaron nuevas opciones de consumo de contenidos y aunque estos se seguían viendo en gran medida, sobre todo los más jóvenes, empezaron a verlos en otras plataformas y pantallas.

Las marcas del lugar estaban preocupadas… lo tenían más difícil para llegar a esos targets. Había otras soluciones de vídeo, pero no eran lo mismo, no se obtenían las mismas coberturas, y el contexto no era, ni mucho menos, igual.

Dicho medio soñaba con recuperar las coberturas perdidas.

Los sabios del lugar se juntaron para buscar soluciones. Pensaron y pensaron. Llamaron a los mejores investigadores y también a los tecnólogos más expertos, pues sabían que en ellos podría estar la solución.

Estos expertos diseñaron productos que combinaban spots de tv lineal con vídeo online en múltiples dispositivos (CTV, mobile, desktop, tabletas), con una importante característica: el impacto en estos dispositivos se hacía en función de quien no había sido impactado previamente en la campaña de tv lineal para obtener así las más altas coberturas de la manera más eficiente.

Además, realizaron un gran número de investigaciones (casi 50 campañas) en busca de aprendizajes y de demostrar las claves de la eficacia y la cobertura en este nuevo mundo.

En seguida se dieron cuenta de que tanto esfuerzo había merecido la pena porque habían obtenido conocimientos de mucho valor y porque el producto que habían creado cumplía con las expectativas:

La TV lineal era el motor de cobertura fuese cual fuese el segmento de edad

La consecución de cobertura incremental era muy competitiva cuando el crecimiento en televisión era residual

Esta cobertura incremental era muy significativa en aquellos tramos de edad más esquivos a la TV lineal.

Pero, sobre todo, fueron conscientes del enorme valor de un tesoro que tenían enterrado justo debajo de sus pies, la data de consumo de TV. Gracias a saber quién no había sido impactado previamente en la TV lineal, se lograba hacer más eficiente el alcance tanto en TV conectada como en el resto de dispositivos, logrando multiplicar hasta por 3 veces la capacidad de estas campañas de generar cobertura adicional a la televisión lineal (versus campañas digitales no basadas en data de consumo de TV). Con ello, conseguían el objetivo principal: la eficiencia en la construcción de la cobertura global.

Solo habría que desenterrar este tesoro y usarlo junto a otros que ya tenían en sus manos como el brandsafe, la pantalla, la atención o los contenidos premium… y, por supuesto, compartirlo con los otros habitantes del mercado publicitario: agencias y anunciantes, pues sin ellos nada de esto tendría valor ni sentido.

Infografía El Tesoro enterrado.