laSexta estrena el jueves, 3 de octubre, la nueva temporada de ‘Pesadilla en la cocina’ que arranca el curso viajando a Jerez de la Frontera para intentar reflotar, por primera vez, un mosto, es decir, una de esas ventas de campo que ofrece vinos y gastronomía de la tierra.

El programa capitaneado por Alberto Chicote regresa tras cerrar una temporada de éxito, con una media del 10,5% de cuota y más de 1,7 millones de espectadores. En su sexta temporada se convirtió en la tercera opción de la noche, líder frente a Cuatro que anotó un 5,6% de cuota y frente a La 1, que marcó un 8,5% en coincidencia.

Con la comida no se juega. Así de contundente se presenta Alberto Chicote en esta nueva temporada de ‘Pesadilla en la cocina’, en la que dueños de restaurantes, cocineros y camareros no sólo juegan con la comida sino también con la paciencia de los clientes y del propio chef. Aunque con lo que más juegan es con su futuro. Y en este juego, si no aceptan sus responsabilidades y se dejan ayudar, llevan todas las de perder.

Una nueva edición en la que Alberto Chicote tendrá que armarse de valor para medirse con dueños y empleados de dudosa profesionalidad, situaciones al límite y momentos que combinan la máxima tensión con la absoluta hilaridad. En esta séptima temporada, ya disponible en AtresPLAYER PREMIUM y que laSexta estrenará el jueves 3 de octubre, el chef tendrá que tirar de estoicismo, entereza y determinación para ayudar algunos restaurantes para los que Alberto Chicote y ‘Pesadilla en la cocina’ son su última oportunidad.

El caos y el descontrol se apoderan de la temporada, en un reto doble para Alberto Chicote: lidiar con las terribles personalidades que trabajan sin orden ni concierto en los restaurantes que visita y abrir los ojos a unos dueños y empleados completamente desubicados. A esto se le suman las habituales cocinas grasientas, los tuppers con comida enmohecida, los botes de conservas caducados y las prácticas culinarias más extremas. Todo aderezado con gritos inapropiados, imperdonables meteduras de pata, arrebatos a destiempo y situaciones de lo más extravagantes.

Cádiz, Badajoz, Valladolid, Madrid, Valencia, Barcelona… ‘Pesadilla en la cocina’ viaja de nuevo por todo el país para intentar reflotar restaurantes necesitados de mano firme y de una buena orientación. Y lo que encontrará en cada uno de estos lugares será tan dispar como los propios destinos de su periplo: duelo de egos, dejadez absoluta, conflictos personales llevados a lo profesional, batallas provocadas por personalidades indomables o dueños y empleados insolentes que podrán llevar a Alberto Chicote hasta el límite.

Primeras veces en ‘Pesadilla en la cocina’

La séptima temporada de ‘Pesadilla en la cocina’ incorpora novedades en forma de primera vez para el programa y para Alberto Chicote. El espacio de laSexta añade nuevos ingredientes y por primera vez visitará locales con una oferta particular a la que nunca se había enfrentado.

Alberto Chicote acude por primera vez a la llamada de un restaurante kebab, un negocio familiar que está provocando una dolorosa ruptura entre sus miembros ya que no todos tienen el mismo punto de vista sobre cómo llevar el negocio. También visitará el primer food truck de la historia del programa, un negocio arriesgado cuyo dueño no tiene nociones de hostelería. También será novedosa su aventura en el primer buffet libre que intentará salvar el chef. Un self Service en el que no hay rastro de productos frescos y para cuya misión Alberto Chicote contará con la ayuda del polifacético Pablo Carbonell. Además, el chef también se adentrará en su primer “mosto”, esto es, una venta de campo que ofrece vinos y gastronomía de la tierra. Un local cuyo dueño está más pendiente de cantar, bailar y beber con amigos y clientes que de dedicarse en cuerpo y alma a su propio negocio.

Que la paciencia te acompañe

Una cocinera que cree que el problema de su restaurante es que los clientes son demasiado impacientes, un dueño que cree que un solo empleado es suficiente para atender un restaurante de dimensiones nada desdeñables, un jefe sin carácter que no sabe dirigir y al que nadie respeta o un cocinero que cree saberlo todo a pesar de condición de aficionado. Estos son algunos de los protagonistas en cuyas vidas se adentra la nueva temporada de Pesadilla en la cocina.

Además, en esta temporada Alberto Chicote confirmará que no siempre es bienvenido entre cierta parte de la plantilla de los restaurantes a los que va a ayudar. Más de un cocinero ofrecerá resistencia, no pocos camareros padecerán sus toques de atención y hasta algún que otro dueño lo verá como enemigo en lugar de asumir que las verdades del chef a veces duelen, pero son la única manera de abrirle los ojos a quienes prefieren mirar a otro lado.