ATRESplayer PREMIUM estrenará el jueves 26 de septiembre la nueva temporada de ‘Pesadilla en la cocina’ que arranca el curso viajando a Jerez de la Frontera para intentar reflotar, por primera vez, un mosto, es decir, una de esas ventas de campo que ofrece vinos y gastronomía de la tierra.

El programa capitaneado por Alberto Chicote, regresa tras cerrar una temporada de éxito, con una media del 10,5% de cuota y más de 1,7 millones de espectadores. En su sexta temporada se convirtió en la tercera opción de la noche, líder frente a Cuatro que anotó un 5,6% de cuota y frente a La 1, que marcó un 8,5% en coincidencia.

Cádiz, Badajoz, Valladolid, Madrid, Valencia, Barcelona… ‘Pesadilla en la cocina’ viaja de nuevo por todo el país para intentar reflotar restaurantes necesitados de mano firme y de una buena orientación. Y lo que encontrará en cada uno de estos lugares será tan dispar como los propios destinos de su periplo: duelo de egos, dejadez absoluta, conflictos personales llevados a lo profesional, batallas provocadas por personalidades indomables o dueños y empleados insolentes que podrán llevar a Alberto Chicote hasta el límite.

En el primer programa de la temporada, Alberto Chicote corre detrás de un tractor en el que el dueño de un restaurante escapa de los problemas del local

Alberto Chicote viaja a Jerez de la Frontera para intentar reflotar, por primera vez, un mosto, una de esas ventas de campo que ofrece vinos y gastronomía de la tierra. Se trata del Mosto Tejero, un local que forma parte de la ruta del mosto, muy popular en la zona, que tras décadas de esfuerzo y alegrías hoy se encuentra en horas más que bajas y con un pie muy cerca del cierre.

Al frente del negocio está Juan, “Juanete” para los amigos, un dueño muy particular que define su propio restaurante como “una sesión de Almodóvar”. El propietario se pasa el día alternando con sus amigos, dueño y empleados tienen miedo a cocinera y los gritos entre unos y otros están a la orden del día. Por no hablar de la calidad de la comida, que deja tanto que desear que hay comensales que abandonan el restaurante sin ni siquiera probar los platos.

Juan se encuentra al límite. La llamada a Chicote es su último intento de salvar la venta. Pero al cocinero no le resultará fácil: tendrá que intervenir entre dos camareros que llegan a las manos y asistirá al intento de abandono de uno de los empleados. Además, se verá obligado a correr detrás del tractor en que el dueño del Mosto Tejero, en medio de un servicio, decide escapar de los problemas con el local, lo que provocará que Alberto se meta en el barro hasta las rodillas para intentar hacerle entrar en razón. ¿Será Juan capaz de cambiar de actitud y aceptar sus responsabilidades en el restaurante?